El otro día fui a ver una obra de teatro en la que actuaba un amigo arquitecto. Esta vez, el decorado no era suyo, pero me pareció que dio muy buen resultado.
La obra era la adaptación de 3 textos sobre la muerte, los cementerios y el olvido, pero en tono humorístico. Así, los personajes giraban alrededor del público medio asustando, medio haciendo reir. Para ello, la sala rectangular estaba bordeada de un andamio cubierto de tela negra, con aberturas hechas con marcos de cuadros, por las que los personajes de asomaban para hablar al público sentado en los cuatro lados de la sala. Entre cuadro y cuadro, pasaban tocando la tela negra, susurrando, y gimiendo, preparándonos para su salida en escena, perdón, marco.
El espacio central de la sala que quedaba libre, funcionaba también como escena, de manera que los actores podían interactuar con el público.
Pero a mí, a parte del remaque de thriller con zombies y muertos del final, lo que más me gustó era lo del andamio alrededor, ¿será por algo?
La obra era la adaptación de 3 textos sobre la muerte, los cementerios y el olvido, pero en tono humorístico. Así, los personajes giraban alrededor del público medio asustando, medio haciendo reir. Para ello, la sala rectangular estaba bordeada de un andamio cubierto de tela negra, con aberturas hechas con marcos de cuadros, por las que los personajes de asomaban para hablar al público sentado en los cuatro lados de la sala. Entre cuadro y cuadro, pasaban tocando la tela negra, susurrando, y gimiendo, preparándonos para su salida en escena, perdón, marco.
El espacio central de la sala que quedaba libre, funcionaba también como escena, de manera que los actores podían interactuar con el público.
Pero a mí, a parte del remaque de thriller con zombies y muertos del final, lo que más me gustó era lo del andamio alrededor, ¿será por algo?
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