Durante mi estancia de 2 meses en Londres, pasé Septiembre participando del espíritu "green" ecológico de Londres. Sí, aunque no lo parezca, la caótica ciudad de Londres con sus 10 millones de habitantes, se preocupa por ser sostenible, y eso se ve en varias cosas.
Para empezar, las etiquetas de comida y bebida reflejan una intención de reducir el "carbon footprint" que viene a ser la huella ecológica de CO2 que se ha generado al producir el producto. Así la carne y cerveza británica por ejemplo, tiene menos carbon footprint que un filete argentino porque para llevarla hasta tu mesa no ha hecho falta un avión...De esta manera se hace pensar a la gente sobre el impacto que cada cosa que se consume tiene sobre el planeta.
Por otra parte, la carne que comemos, implica alimentar a la vaca o cerdo...y ello conlleva plataciones enteras. Esta es una de las razones por las que la gente se vuelve vegetariana, lo cual me parece más lógico que los que lo hacen sin un motivo específico.
Los ingleses se preocupan también, o al menos se les lanza el mensaje todo el día, de consumir más cosas locales y menos importadas, para reducir esta huella ecológica.
Esto afecta tambien a los viajes...el tráfico aéreo ha aumentado un 400% en los últimos 20 años: lo que supone una huella ecológica muy grande. Al final, todo está conectado y aunque creamos que somos una pequeña hormiguita en el mundo, todo afecta.
Pensemos en las basuras por ejemplo. Los productos del supermercado están también etiquetados según si son reciclables, provienen de material reciclado, o ambos.
Gran bretaña en 7 años no tendrá más espacio para tirar sus basuras...no caben más vertederos! Tienen que pensar en reducir lo que llega al contenedor, hacer compost con los restos de comida, reciclar plásticos, cartones, y latas...etc.
En fin que todo esto ya lo sabemos pero cuanto antes se conciencie a la gente, mejor. Y si se puede, hay que facilitar la tarea del consumidor: reducir empaquetados, consumir menos haciendo cosas más durables y no tanto usar y tirar...y en eso entran en juego los diseñadores de productos.
en la web www.carbonfootprint.com podeis saber más.
Para empezar, las etiquetas de comida y bebida reflejan una intención de reducir el "carbon footprint" que viene a ser la huella ecológica de CO2 que se ha generado al producir el producto. Así la carne y cerveza británica por ejemplo, tiene menos carbon footprint que un filete argentino porque para llevarla hasta tu mesa no ha hecho falta un avión...De esta manera se hace pensar a la gente sobre el impacto que cada cosa que se consume tiene sobre el planeta.
Por otra parte, la carne que comemos, implica alimentar a la vaca o cerdo...y ello conlleva plataciones enteras. Esta es una de las razones por las que la gente se vuelve vegetariana, lo cual me parece más lógico que los que lo hacen sin un motivo específico.
Los ingleses se preocupan también, o al menos se les lanza el mensaje todo el día, de consumir más cosas locales y menos importadas, para reducir esta huella ecológica.
Esto afecta tambien a los viajes...el tráfico aéreo ha aumentado un 400% en los últimos 20 años: lo que supone una huella ecológica muy grande. Al final, todo está conectado y aunque creamos que somos una pequeña hormiguita en el mundo, todo afecta.
Pensemos en las basuras por ejemplo. Los productos del supermercado están también etiquetados según si son reciclables, provienen de material reciclado, o ambos.
Gran bretaña en 7 años no tendrá más espacio para tirar sus basuras...no caben más vertederos! Tienen que pensar en reducir lo que llega al contenedor, hacer compost con los restos de comida, reciclar plásticos, cartones, y latas...etc.
En fin que todo esto ya lo sabemos pero cuanto antes se conciencie a la gente, mejor. Y si se puede, hay que facilitar la tarea del consumidor: reducir empaquetados, consumir menos haciendo cosas más durables y no tanto usar y tirar...y en eso entran en juego los diseñadores de productos.
en la web www.carbonfootprint.com podeis saber más.
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