Ayer ha tenido lugar en mi calle la reunión "Fleur-Théz" como té con flores, pero que leído en francés viene a hacer un juego de palabras con flirtear. Pero no tiene nada que ver con eso, o al menos nada que ver con el ligoteo. Pero sí tiene que ver con establecer contactos, abrir lazos y ayudar a los vecinos a interactuar.
Para hacer esto, la calle en cuestión se cierra con permiso del ayuntamiento, y los vecinos se la apropian. Ya echaba yo de menos un espacio apropiado en toda regla!. La calle vuelve a ser un lugar de reunión, se sacan las sillas para charlar, se juega al balón y se come, que comer al final es el acto más social. Es como los desayunos en la calle, pero con consentimiento municipal. ¿Os imaginais que alguien va a la Junta de centro para pedir que le cierren su calle en Madrid, porque quiere jugar y comer alli? Pues aqui se hace y desde hace 7 años.
Los lazos vecinales son algo muy fuerte que no se tiene en cuenta cuando se produce un proceso de gentrificación. Hay quien habla inclusi de gentrificación como algo positivo. Este proceso, por su propia definición, es un proceso de transformación urbana en el que la población original de un sector o barrio empobrecido y deteriorado es progresivamente desplazada por otra de un mayor nivel adquisitivo a la vez que se renueva. Este proceso se mira siempre del lado de los que vienen y no del que se van. ¿Qué pasa con la gente obligada a desplazarse porque no encuentra comercios que respondan a su nivel adquisitivo? ¿A dónde van? ¿Qué pierden? y sobre todo ¿a quiénes pierden? se pierden los lazos. Se rompe un grupo de vecinos. Inmagínense a su abuela, que se encuentra con que los pocos amigos que le quedan vivos, se tienen que ir del barrio. Y otras historias más complicadas como los barrios obreros deshalojados por personas más pudientes. Bueno, no me exitiendo más, que esto daría para escribir un libro. Sigo con las acciones vecinales, con la esperanza de que éstas sirvan para hacer que se tenga en cuenta la importancia de procesos "invisibles" como las relaciones humanas, peros existentes e importantes.
Volviendo al Fleur-Thé(z), para organizarlo hay que pedir permiso para cortar la calle, y con más adelanto si ésta tiene transporte público que pase por ella, ya que habría que desviar su recorrido, pero eso es todo. De lo demás ya se encargan los vecinos: comida, mesas, sillas, carteles, tizas para pintar sobre el asfalto...y ganas de juntarse. La ùblicidad por buzoneo juega un importante papel, sobre todo en un fin de semana en el que no hace mucho sol...hay pocas ganas de salir, pero con cosas así, se saca a cualquiera de su casa!
La asociación de vecinos que se encarga de Fleur-thé, organiza también acciones de repartición de semillas para poner plantas pequeñas y flores en fachadas, balcones y cualquier resquicio de la calle. Un poco como los de guerrilla gardening.
Otro evento parecido son las "Fêtes des voisins" o fiestas de vecinos que tiene lugar en muchas ciudades europeas, como Paris o aquí mismo. En Bruselas se hace cada año el 26 de Mayo, en cada barrio al mismo tiempo. La organización es llevada a cabo por vecinos que se ofrecen voluntarios como persona de contacto del i
mmueble, calle o plaza y todo se coordina gracias a una sóla página web. En esa página el coordinador pone la hora exacta, y las condiciones: qué llevar de comida, bebida, música, animaciones...Desde la asociación se facilita el pedir permiso para cortar la calle, los carteles publicitarios y la publicidad en la web.
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