Espacios públicos del norte, Bruselas

Estando en Bruselas, se me ocurrió darme una vuelta por parques y plazas para ver las diferencias de diseño con el sur de Europa.

Los parques escogidos fueron 2 en un barrio del norte de Bruselas en el que hay una comunidad bastante grande de población turca, y otros en el centro.
Los dos parques en Schaerbeek (el barrio del norte), se caracterizan por una voluntad de comunicación de 2 partes del barrio, alto y bajo, y una idea de eliminar barreras arquitectónicas para realizar este cambio de nivel.

El Parc Reine Verte tiene unos 15 m de desnivel entre una entrada y otra, lo cual se ha resuelto poniendo muros de conteción que sirven a la vez de zonas de juego-escondite. Llama la atención que la adminstración haya decidido (por concurso) implantar esta posibilidad de "escondite", cuando vivimos en una sociedad caracterizada por el control y el impedimento de la vida en la calle. Las cámaras y mobiliario urbano se colocan de forma que se impida dormir en un banco. Los bordillos de macetas, aceras, escaparates no denjan lugar a apoyarse para hablar en la calle, etc. Pero este parque sí da lugar a esto, y prueba de ello son los niños que se encontraban allí jugando a batallas, o los chicos ligando o fumando en un banco.
Considero que el diseño puede gustar o no, pero el uso de este parque está muy de acuerdo con el tipo de vida que se desarrolla en este barrio.

El otro parque del barrio, el Parc Saint François, no se encuentra lejos, y se concibió como juego de niños más pequeños. Se sitúa al lado de una escuela y está naturalemente lleno de ñiños jugando. Los colores que aparecen en el suelo y "colinas" han sido elegidos en función de sus propiedades, así uno tiene mejor comportamiento a la lluvia, otro resiste las ruedas de patines y bicicletas, etc.
Como vemos, el diseño no sólo habla de belleza y apariencia sino de prestaciones.





La Place Flagey en Ixelles, es todo un obrón del Escorial en Bruselas. Unos 7 años han pasado desde que la asociación belga Disturb pidiera la realización de un concurso público para la plaza y no la adjudicación a dedo. Desde entonces, el proyecto ganador ha ido dando vueltas, con un parking subterráneo que pretendía volver a la superficie cada dos por tres. Problemas como la instalación del circo, de un mercado y no se cuántas ferias más, condicionaban un diseño que bastante recuerda a las plazas españolas.
Poco tiene de belga una plaza que no tiene zonas cubiertas para la lluvia, bancos de piedra fría y mojada (exceptuando un imponente banco de madera que personalmente me parece más acogedor). La plaza tiene además unos juegos de agua como hay en Londres (ciudad lluviosa también) pero que ofrecen un uso muy limitado en el tiempo, precisamente porque suponen el único aliciente de la plaza...¿y qué actividades hay para los días no calurosos?
Este proyecto podría etiquetarse como "espacio de posibilidades" (circo, agua, mercado...), pero está tan rematadamente vacío que tengo ganas de volver en invierno para ver cuales son esas posibilidades que ofrece.


Para terminar, el skatepark de la Chapelle en pleno centro de Bruselas, ofrece un oasis para patinadores al final de un bulevar anodino, como es el del Emperador. Este skatepark ha sido colocado en una especie de resto urbano con el que no se sabía qué hacer, que tiene con una estación de tren rehabilitada con otro uso. El parque es un buen ejemplo de cómo aprovechar pequeños recortes urbanos con usos no comerciales, sino lúdicos y re-encuentro social, aunque sea sólo para algunos usuarios (skaters), siempre se puede ir a verlos y pasar la tarde en la plaza. Todo este proyecto forma parte de la intervención de Recyclart en el entorno de la estación rehabilitada y convertida en sala de conciertos y discoteca.


Al final, mi idea es constatar que a veces hace falta un proyecto arquitectónico para una plaza, pero otras basta con poner los elementos necesarios para que el lugar pueda ser un espacioapropiado (adecuado/hecho propio).