lunes, 24 de octubre de 2011

Exposición Mind the gap, Madrid

Sobre la organización de concursos 
El fin de semana pasado estuve en Madrid y fui a la exposición de Mind the gap del Colegio de Arquitectos de Madrid. La exposición conmemora los 8 años de concursos gestionados por la Oficina de Concursos OCAM, creada para ayudar en la redacción y gestion concursos, desde sus bases, cláusulas, seguimiento... hasta su tipo de jurado. 
 
Cuando yo todavía estaba estudiando, los concursos de arquitectura no daban muchas oportunidades a los recién salidos de la Escuela. Las bases, siempre poco claras, dejadas en copisterías o en oficinas de difícil acceso, incluían cláusulas para limitar el tipo de estudios que se podían presentar (siempre con experiencia previa, lo que elimina todo equipo joven) o se organizaban con invitación directa de algunos (pocos) elegidos. La OCAM se creó en 2003 para cambiar este panorama y abrirlo a estudios jóvenes prometedores. 

Ese momento coincidió con el despegue de algunos de mis profesores de la Escuela, que hasta entonces habían construido poca cosa, pero empezaban a despuntar. En el vídeo de presentación de la exposición se puede ver a alguno. Nosotros lo estudiantes, animados por esos mismos profesores y por esta ola concursera, también nos presentamos a varios, siempre con la idea de que cuando se pierde un concurso, siempre se gana algo de aprendizaje al ver cómo responden otros. Pero para ello, hay que encontrar los resultados, verlos publicados, o en internet. La OCAM se encarga de dar claridad también después del concurso, publicando libros con todas las propuestas ganadoras (1ª, 2ª, 3ª y menciones pero a veces incluso más) para poder aprender comparando, y dar transparencia al proceso.
Asi, tras 8 años, el panorama de concursos ha cambiado. Pero ahora que el problema ya no es la transparencia, las dificultades son otras. En esta época de crisis, ¿cómo garantizar que lo que se gana luego se construya? Muchos son los concursos que se quedan parados. Por ello los arquitectos que podeis ver en el vídeo reclaman unas cláusulas de convenio para garantizar la construcción en términos equitables y justos (a menos que sea un concurso de ideas). Incluso algunos dicen que hoy en día es casi peor ganar un concurso que quedar segundo, porque al segundo el publican y le pagan gastos y al primero le toca lo difícil.

El proyecto de Langarita y Navarro por ejemplo, quedó segundo en el concurso para el Centro de Arte Actual de ARCO en las naves 15 y 16 del Matadero de Madrid. Pero a mí es el que me gusta más. Aún segundos, les ha servido de trampolín y de hecho han ganado con un proyecto similar la rehabilitación de las Serrerías Belgas para la sede del centro Medialab/Prado.
 
Mis buenos amigos Beatriz Lopez-Viedma y David Lubián ganaron un pabellón para las Olimpiadas de Madrid. No se sabe qué pasará con las Olimpiadas, pero menos con lo que se ha ganado ya. ¿Habrá un nuevo concurso? ¿Cómo actualizar lo que se ganó hace tiempo? ¿Cómo adaptar el programa a unas Olimpiadas diferentes (quizá más sostenibles)? son preguntas que quedan en el aire. De todas formas me hace ilusión ver sus paneles publicados y en la exposición. Qué pena que sus imágenes salgan pequeñitas, se entiende poco del proyecto.
En ese sentido, en la exposición hay casos graciosos como el stand del COAM en la feria de Construtec, de Uriel Fogué que cuando lo veis en el panel parace un fotomontaje inocente y cuando lo veis construido queda muy bien. Y eso es lo bueno, dar la oportunidad de construir algo a modo de trampolín para demostrar que incluso jóvenes que acaban de salir de la universidad tienen algo que decir. Espero que el proyecto de mis amigos siga el mismo camino, aunque es mucho más ambicioso.

La exposición de Andrés Jaque, en la misma sala, demuestra que lo que parecen maquetas de concepto y volúmenes abstractos, son constructibles. Los textos e imágenes son bastante pequeños pero podeis leerlos en su web. Las maquetas en cambio merece la pena verlas. 
Ahora en mi terreno, Bruselas, donde no hay todavía mucha cultura del concurso, se está intentando hacer lo mismo, inspirándose de concursos europeos, pero principalmente del modelo flamenco "Open oproep" (procedimiento abierto). Mañana voy a una presentación sobre el tema, con el equipo que se dedica a cambiar el panorama. Ya os diré por dónde van los tiros.

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