La semana pasada estuve en el CIVA en una conferencia organizada por el Bouwmeester de Bruselas (una especie de comisario para fomentar la calidad arquitectónica en Bruselas) con motivo del día de la arquitectura de Bruselas y Valonia.
Una de las misiones del Bouwmeester es la de controlar la organización de los concursos públicos y privados de arquitectura y urbanismo, desde sus bases hasta su jurado. Este tema, que he tratado en el post anterior en referencia a España, es de actualidad aquí en Bélgica porque, aunque se está mejorando en cuanto a los requisitos para participar a los concursos, la transparencia todavía deja que desear.
Uniendo la jornada de arquitectura con la misión de reforma de concursos, la conferencia pretendía mostrar los mejores proyectos de Bruselas, resultado de los mismos.
El proyecto de MDW Architecture para la reconversión en viviendas de una fábrica de jabones proponía cambiar el programa del concurso, añadiendo una ludoteca y zonas comunitarias para los apartamentos. Cuando yo estudiaba, nos enseñaban que archistars como Koolhaas ya proponían cambiar el programa, pero siempre nos decían que debíamos explicar porqué y cómo. En este caso, parece que los arquitectos han trabajado mucho para integrar las partes añadidas al programa, como una verdadera necesidad, y no cómo un capricho. El resultado es un conjunto de edificios donde la gente se conoce y hace actividades en común, como jugar en el parque, ir a la ludoteca y lavar la ropa en las zonas comunes. La verdad es que tiene buena pinta.
Muriel Desmet del estudio de Architectes Associés nos lleva a una realidad bien distinta. Su proyecto no es realmente el resultado de un concurso (en abierto), sino de un proceso restringido entre unos pocos arquitectos elegidos. Su presentación programada y leída no deja mucho paso a la imaginación e improvisación. De todas formas el edificio es interesante porque lanza el debate sobre la sostenibilidad, proponiendo un edificio de alta eficiencia energética y donde todas las piezas se hacen en taller para controlar los resultados en laboratorio, reducir costes de montaje y aumentar la eficiencia de trabajo.
Muriel Desmet del estudio de Architectes Associés nos lleva a una realidad bien distinta. Su proyecto no es realmente el resultado de un concurso (en abierto), sino de un proceso restringido entre unos pocos arquitectos elegidos. Su presentación programada y leída no deja mucho paso a la imaginación e improvisación. De todas formas el edificio es interesante porque lanza el debate sobre la sostenibilidad, proponiendo un edificio de alta eficiencia energética y donde todas las piezas se hacen en taller para controlar los resultados en laboratorio, reducir costes de montaje y aumentar la eficiencia de trabajo.
El proyecto de Agwa es más divertido por
ser una reconversión como el primero, aunque el programa aquí es mucho
más pequeño, limitándose a apartamentos y guardería en un antiguo taller
de coches. El tema de la sostenibilidad toma aquí un nuevo enfoque: la sostenibilidad entendida como todo un proceso en el que demoler un edificio y volverlo a construir no sería muy inteligente. En un momento crucial en Bélgica en el que nos estemos preparando para construir todo edificio público con el sistema "baja energía" para 2015 y todo privado para 2020, uno se pregunta si no es más eficiente trabajar con lo que está ya construido que pensar en reconstruir todo de nuevo. La pregunta queda en el aire.
Los del estudio B612 presentaron un microproyecto de una guardería y cafetería ganado por concurso, que se adhiere a un edificio existente para darle visibilidad desde la calle y un nuevo acceso. Los ingenieros de Greisch, mostraron una pasarela que tuvieron que construir de nuevo, porque la que existía estaba en muy mal estado y amenazaba con caerse. En los dos casos la reconversión de lo existente no era posible.
Y es que al final, muchas de las intervenciones de la noche giraron entorno a lo que llamamos "sostenibilidad". Si con ello nos referimos a un cierto grado de eficiencia energética dado por una serie de números o baremos estamos hablando de algo muy abstracto, como la norma vigente. Pero se podría pensar en si antes de construir un edificio nuevo de alto rendimiento no sería mejor estudiar la posibilidad de renovar uno ya existente.
Es un poco la conclusión a la que llegué con mi tesina del Master sobre el estudio de terrenos y/o edificios donde crear equipamientos educativos en Bruselas: antes de ponerse a construir como locos como si de una catástrofe natural se tratara, hay que pensar en el "cómo" de ese equipamiento y en si no hay ya estructuras existentes que puedan acoger esa función, de manera integrada en el barrio. Ya os contaré más, porque ése es mi tema (modificado) de mi tesis doctoral.
Las imágenes son de las webs de los autores.
Y es que al final, muchas de las intervenciones de la noche giraron entorno a lo que llamamos "sostenibilidad". Si con ello nos referimos a un cierto grado de eficiencia energética dado por una serie de números o baremos estamos hablando de algo muy abstracto, como la norma vigente. Pero se podría pensar en si antes de construir un edificio nuevo de alto rendimiento no sería mejor estudiar la posibilidad de renovar uno ya existente.
Es un poco la conclusión a la que llegué con mi tesina del Master sobre el estudio de terrenos y/o edificios donde crear equipamientos educativos en Bruselas: antes de ponerse a construir como locos como si de una catástrofe natural se tratara, hay que pensar en el "cómo" de ese equipamiento y en si no hay ya estructuras existentes que puedan acoger esa función, de manera integrada en el barrio. Ya os contaré más, porque ése es mi tema (modificado) de mi tesis doctoral.
Las imágenes son de las webs de los autores.
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